Otro duro revés para el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. La Comisión de Investigación Parlamentaria sobre la pandemia escuchó los testimonios de algunos de los familiares de los millones de fallecidos a causa del coronavirus. Denunciaron que el presididente no cumplió con su deber legal de evitar la muerte de miles de brasileños durante la pandemia. Además pidieron justica.
Desde el inicio de la crisis sanitaria, Bolsonaro negó la gravedad de la pandemia, recomendó remedios sin eficacia comprobada para tratar la COVID-19 e incluso desdeñó las vacunas. El pueblo pide que se responsabilice por sus fallidas políticas sanitarias.
La Corte Penal Internacional (CPI) debe elaborar un informe concluyente sobre la gestión de la pandemia. También se espera que la comisión proponga cambios en la legislación.
El dictamen final filtrado por el relator de la CPI, propondrá la imputación de 70 personas, incluido el mismo mandatario brasileño. Bolsonaro está acusado de delitos como la incitación al odio, prevaricación, genocidio indígena, crimen de lesa humanidad y violación de medidas sanitarias de emergencia.
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