Detrás de toda la crisis en Bolivia “está la política de Estados Unidos, hecho que fue denunciado en reiteradas oportunidades por el depuesto presidente, Evo Morales”, ha declarado este sábado el Nobel de la Paz en una entrevista a la cadena televisiva RT.
Sus declaraciones se producen un día después de que llegara a Bolivia una misión argentina compuesta por representantes de más de 40 organizaciones sociales y de derechos humanos para estudiar los abusos cometidos por el gobierno de facto de la autoproclamada Jeanine Áñez contra la población. En este grupo se encuentra el hijo del premio Nobel, Adolfo Pérez Esquivel.
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El defensor de los derechos humanos ha señalado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la OEA, presidida por Luis Almagro, de ser “responsable” del golpe de Estado cívico-militar en Bolivia por haber acusado a Evo Morales de fraude “sin tener evidencia ninguna”.
(Detrás de toda la crisis en Bolivia) está la política de Estados Unidos, hecho que fue denunciado en reiteradas oportunidades por el depuesto presidente, Evo Morales”, ha declarado el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, en una entrevista a la cadena televisiva RT.
De acuerdo con el activista argentino, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, es un hombre que viene siendo cuestionado por sus actitudes frente a la política que debe llevar la Comisión.
“Pedimos su destitución (de Almagro) porque no puede ser que haya provocado todo y apoyado un golpe de Estado en Bolivia cuando sabe que las elecciones fueron ganadas por Evo Morales”, ha comentado el activista.
Para Esquivel, “la democracia no se regala, se construye”. Significa “derecho a igualdad para todos y todas, y hoy no está en nuestros países”, ha lamentado.
Un día después de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia, Pérez Esquivel manifestó que el golpe de Estado en el país andino era un atentado a todas las democracias del mundo.
“No se benefician los bolivianos con la violencia, se benefician Estados Unidos, la OEA y los gobiernos de derecha, cómplices de lo ocurrido, incapaces de convivir con una Bolivia justa, educada y soberana”, manifestó entonces.
Los actos de violencia en el país suramericano, desde los comicios del 20 de octubre —del que salió victorioso Morales— ha dejado hasta el momento unos 34 muertos y cientos de heridos, muchos por disparos durante operativos militares y policiales.
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