El líder bareiní sheij Isa Ahmad Qasem ha afirmado este jueves que no existe división entre los musulmanes chiíes y suníes y relaciones fraternales entre los dos grupos en Baréin son muy fuertes por lo que han coexistido durante mucho tiempo.
Sin embargo, ha subrayado, el mundo islámico está dividido entre el grupo que defiende la normalización de lazos con el régimen de Israel y el que se adhiere a la causa de la resistencia contra la ocupación israelí y estadounidense.
“Nuestra Umma Islámica [comunidad islámica] se ha dividido en dos frentes: el grupo que intenta defender la normalización de los lazos con el régimen sionista, que está dirigido por Estados Unidos, el régimen sionismo, y el segundo, que se opone al primero frente, es el frente de la Resistencia”, ha subrayado sheij Qasem en unas declaraciones ofrecidas con motivo de Ashura, día en el que se conmemora el aniversario del martirio del Imam Husein (la paz sea con él).
El clérigo bareiní ha enfatizado que la guerra de hoy es de hecho la misma guerra entre el Imam Husein (P) y tirano de esa época, Yazid, afirmando que “es prohibido que la Umma le dé al Yazid de hoy, representado por el sionismo y Estados Unidos, una oportunidad de victoria”.
El sheij Qasem también ha denunciado las políticas adoptadas por el régimen de los Al Jalifa en Baréin y la prohibición de la celebración de las ceremonias de duelo por los chiíes durante el mes de Muharram (primer mes del calendario lunar) y afirmado que los Al Jalifa siguen políticas hostiles tanto contra los suníes como los chiíes en el país árabe.
Los musulmanes de todo el mundo rememoran este jueves el día de Ashura. El Imam Husein, nieto del Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él), y sus 72 seguidrores leales, fueron martirizados hace 14 siglos en una batalla injusta que se desarrolló en el desierto de Karbala, en el actual Irak, ante miles de soldados del entonces califa omeya Yazid.
El martirio del Imam Husein (P) y sus compañeros, tal día como hoy, se considera una gran catástrofe, que ha marcado al mundo a lo largo de la historia.
En Baréin, se ha prohibido a los musulmanes chiíes celebrar rituales de duelo, con el pretexto de prevenir la propagación del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19. Las medidas restrictivas han sido condenadas por sheij Qasem, quien ha lamentado el doble rasero del Gobierno bareiní mientras que los centros de negocios, mercados, piscinas y clubes deportivos han reabierto en Baréin.
El régimen de los Al Jalifa discrimina sistemáticamente a la comunidad musulmana chií del país, que representa la mayoría de la población de Bahréin.
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