La misión de la Organización de las Naciones Unidas en Myanmar (Birmania) para la supervisión de violaciones contra los niños anunció el miércoles que dos niños murieron el 5 de octubre en Buthidaung, en el estado de Rajine (oeste) tras quedar atrapados en un tiroteo entre el Ejército birmano y el ejército de Arakán, un grupo separatista con base budista del norte de Myanmar.
“Esto tuvo lugar después de que los niños, parte de un grupo de 15 agricultores locales, fueran presuntamente forzados a caminar frente a una unidad militar para garantizar que el camino hacia un campamento militar estaba libre de minas y proteger a los soldados de potenciales disparos enemigos”, ha explicado la citada misión vía un comunicado.
Según el texto, tras los enfrentamientos que estallaron en el camino “dos niños fueron hallados muertos con heridas de bala” en Buthidaung, “un epicentro del uso de niños” por parte del Ejército para propósitos ajenos al combate desde mediados de 2019.
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