Continúan fuertes enfrentamientos en la región de Nagorno Karabaj, disputada entre Azerbaiyán y Armenia. Stepanakert, capital de la región sufrió graves daños por intensos ataques.
Irán, que comparte fronteras con ambos países, enfatizó en la necesidad de terminar los combates. En una conversación telefónica con su par azerbaiyano, el presidente iraní, Hasan Rohani, destacó la importancia de la estabilidad regional. Mientras advirtió que los choques no deben allanar el camino para infiltración de grupos terroristas.
Asimismo, el embajador iraní en Rusia, Kazem Yalali, pidió lograr un consenso para acabar con enfrentamientos. Rusia también llamó a Azerbaiyán y Armenia a volver a la mesa de negociación. A su vez, Turquía que apoya abiertamente a Azerbaiyán, pidió al mundo a respaldar la operación azerbaiyana en la región secesionista de Nagorno Karabaj.
La posición de Turquía es fuertemente rechazada por Armenia que acusa a Ankara de provocar la guerra. El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, afirmó que las fuerzas de su país luchan contra terroristas traídos a la región. Mientras, reiteró que Ereván está dispuesto a dar concesiones mutuas.
Los enfrentamientos, que estallaron el 27 de septiembre, han desatado una de las crisis más graves en Nagorno Karabaj desde la tregua de 1994. La región en disputa es un territorio azerbaiyano poblado mayoritariamente por armenios. Proclamó su independencia después de la caída de la Unión Soviética, lo que provocó una cruenta guerra a principios de 1990, que se saldó con 30 000 muertos.
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