La furia contra los comentarios islamófobos del presidente francés, Emmanuel Macron, no disminuye. Continúan las protestas en diferentes países. Los manifestantes condenaron los comentarios provocativos del mandatario galo.
En La India, salieron a las calles de diferentes ciudades para exigir a Macron que se disculpe por su negativa a condenar la publicación de caricaturas insultantes del Profeta del Islam.
Casi 10 mil personas marcharon en Karachi, la ciudad más grande de Paquistán. Quemaron la bandera de Francia y la efigie de Macron.
A su vez, los yemeníes expresaron su ira por la blasfemia. Afirmaron que el mandatario francés está promoviendo un discurso de odio. Exigieron boicotear productos franceses.
En esta misma línea, Joko Widodo, presidente de Indonesia, el país con más musulmanes del mundo, calificó como un insulto al Islam el hecho de que Macron defienda el derecho a publicar las caricaturas del Profeta.
Y desde Irán, el asesor del Líder de la Revolución Islámica de Irán para Asuntos Internacionales, Ali Akbar Velayati, denunció que Macron busca satisfacer los intereses del régimen de ocupación de Israel, el principal enemigo del mundo del Islam.
Refiriéndose a la postura antislámica del mandatario galo, Velayati afirmó que la profanación al Profeta del Islam en Francia, evidencia la caída de la diplomacia en el país europeo.
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