La Fuerza Operativa de Acción Conjunta-Operación Resolución Inherente (CJTF-OIR, por sus siglas en inglés) –que forma parte de la coalición anti-EIIL– recibió el pasado septiembre 302 nuevos informes sobre ataques aéreos de la coalición que causaron en los últimos meses víctimas civiles en Siria e Irak.
Al evaluar 127 de ellos, consideró que 105 “carecían de suficiente información”, por lo que no fueron creíbles, y dijo que seis fueron duplicados de informes anteriores, pero añadió que 16 fueron creíbles y confirmaron que los bombardeos de la coalición anti-EIIL provocaron la muerte “accidental” de 51 civiles, señala un comunicado de CJTF-OIR, publicado el jueves por el sitio web del Mando Central de Estados Unidos (Centcom).
El ataque más mortífero tuvo lugar el pasado 25 de junio cerca de la ciudad de Al-Mayadin, en el este de Siria, donde los bombardeos de la coalición resultaron en la destrucción de un edificio ocupado por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y la muerte de 12 civiles, según el texto.
Además, CJTF-OIR estima que la llamada coalición llevó a cabo 27.566 ataques desde septiembre de 2014 y septiembre de 2017 que acabaron con la vida de 786 civiles.
De acuerdo con datos proporcionados por CJTF-OIR, un 2,26 por ciento de los bombardeos de la coalición han causado la muerte de los civiles. Sin embargo, el grupo de monitoreo Airwars afirma que entre 5637 y 8636 civiles murieron debido a los ataques de la coalición en ambos países árabes.
Los bombardeos de la coalición en Al-Raqa (norte de Siria) provocaron la destrucción de un 80 % de los edificios residenciales y la muerte de al menos 1300 personas, según Airwars.
Tanto el Gobierno de Irak como el de Siria cuestionan la efectividad de dichos bombardeos y critican a esa coalición por los daños estructurales y las muchas víctimas civiles que han dejado.
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