Este lunes, el partido Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania dio inicio oficial a los debates entre los tres candidatos para la sucesión de la canciller Angela Merkel en la presidencia de la formación y representarla en las elecciones de septiembre.
Los tres hombres son: el primer ministro del “Land” de Renania del Norte-Westfalia, el centrista Armin Laschet; un enemigo declarado de la línea de Merkel, el derechista multimillonario Friedrich Merz, y Norbert Röttgen, exministro de Medioambiente, cesado por Merkel en 2012.
Uno de los problemas principales para esos aspirantes es el peso que tenia Merkel a lo largo de estos años en la política alemana, además de la renuncia de la anterior líder, es decir la actual ministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer elegida en 2018, lo que ha aumentado la presión.
Sin embargo otro factor es que ninguno de los 3 forma parte de los mejores valorados en el país. El que más chance tiene, según las encuestas, es el millonario Merz.
Sin embargo, hay un problema para Merz, y es que las figuras tradicionales de partido están tendidas hacia Laschet, quien por otra parte es muy criticado por su mal manejo de la pandemia. Si Merz sale ganando, habrá un giro a la derecha y podrá incluso atraer el voto de los que se fueron hacia la ultraderecha neonazi del partido Alternativa para Alemania (AfD, en alemán). Sin embargo, hay el temor de que esto funcione como un arma de doble filo.
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