“Apoyamos el hecho de que nuestros aliados de EE.UU., británicos y franceses han asumido sus responsabilidades como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)”, afirma en un comunicado la jefa del Ejecutivo de Alemania, que en los próximos meses será miembro temporal de este Consejo.
En la noche del viernes al sábado, los Ejércitos estadounidense, británico y francés lanzaron contra distintos puntos de Siria un total de 103 misiles —71 de ellos, interceptados—, supuestamente en represalia por un ataque químico de materialidad controvertida denunciado una semana antes en Duma, cerca de la capital del país, Damasco.
La “intervención” militar es calificada en la nota oficial germana de “necesaria y apropiada”, dado que “todo nos lleva a creer que (el presidente de Siria, Bashar al-Asad) es responsable” del ataque químico, pese a que el mismo viernes el secretario del Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono), James Mattis, había admitido la inexistencia de pruebas suficientes.
Un día antes, la propia Merkel se había desmarcado de la proyectada ofensiva occidental y proclamaba en su lugar su apoyo al CSNU y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para “mandar la señal de que este uso de armas químicas no es aceptable”.
Este sábado, sin embargo, la canciller consideraba probable, una vez efectuada la operación militar tripartita, que el Gobierno sirio “haya usado armamento químico contra su propio pueblo en varias ocasiones en el pasado”, por más que tanto Damasco como sus aliados en la lucha antiterrorista consideran más probable que ataques como el de Duma sean provocaciones de falsa bandera.
Apoyamos el hecho de que nuestros aliados de EE.UU., británicos y franceses han asumido sus responsabilidades como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)”, declara la canciller de Alemania, Angela Merkel.
“Un siglo después del final de la Primera Guerra Mundial (…), debemos luchar contra la erosión de la Convención sobre Armas Químicas (de 1993)”, de cuya supervisión es responsable la OPAQ, la cual ha enviado inspectores a Siria que iban a comenzar su labor cuando se produjo el bombardeo con misiles occidental.
Alemania “efectuará con determinación esfuerzos diplomáticos” para impedir que la mencionada Convención se vea socavada, concluye el comunicado oficial de Merkel.
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