A una semana tras la toma del control de Afganistán por el grupo armado Taliban, China llamó a todas las partes en involucradas a negociar la formación de un Gobierno inclusivo y abierto, con miras a poner fin décadas de violencia y guerra.
Esta postura ha sido compartida también por Irán, que ha hecho énfasis en que no hay una solución militar a la duradera crisis afgana, que según Teherán, es fruto de las políticas belicistas de Washington.
Desde que los talibanes retomaron el poder el pasado 15 de agosto, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha sido fuertemente criticado a nivel mundial por la desastrosa y vergonzosa retirada militar de Afganistán tras dos décadas de guerra. Incluso, en suelo propio, tanto demócratas como republicanos han reprobado al presidente por su incompetencia.
Mientras tanto los refugiados afganos han marchado en varias ciudades del mundo en medio de la incertidumbre y el ambiguo futuro que espera a los ciudadanos.
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