Mediante un mensaje publicado este miércoles en Twitter, el portavoz de Ansarolá, Muhamad Abdel Salam, ha denunciado, en duros términos, la postura de la nueva Administración estadounidense respecto a la crisis yemení.
Estados Unidos “está detrás de la prolongación de la guerra y la exacerbación de la crisis humanitaria” en Yemen, ha enfatizado el diplomático, para luego agregar que a pesar de que Washington alega repetidamente que busca la paz y la seguridad en el país árabe, lamentablemente avanza hacia las sanciones.
Asimismo, el alto político yemení se ha referido a la decisión del Departamento del Tesoro de EE.UU. de sancionar a dos altos comandantes de Ansarolá, acusándolos de “organizar ataques” contra los civiles yemeníes y los países fronterizos.
El gesto inusual de la Casa Blanca contra Ansarolá se realiza a pesar de que el pasado mes de febrero, el Gobierno estadounidense había quitado a este grupo de su lista negra.
El alto funcionario yemení ha agregado, además, que con estas medidas, EE.UU. solo se condena a sí mismo, pues, ha detallado, por un lado, que no puede detener la invasión a Yemen y levantar el asedio al país, y por otro lado, “está tratando de prolongar la guerra en Yemen”.
Desde hace muchos años, EE.UU., que ha vendido armas a Arabia Saudí, entre otras medidas, ha jugado un papel muy destacado en la matanza de millones de civiles yemeníes.
Sin embargo, a pesar de que el nuevo Gobierno estadounidense suspendió la venta de bombas inteligentes a Riad, las autoridades del país árabe dejan claro que cualquier declaración de EE.UU. para poner fin a la crisis en Yemen debe resultar en la detención de la agresión, sino, será solo una promesa en vano.
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