En los últimos días, Riad y sus aliados lanzaron una masiva ofensiva en la provincia suroccidental yemení de Taiz, encaminada a debilitar las líneas de la defensa del movimiento popular yemení Ansarolá dentro del distrito Dhubab, cerca al estratégico estrecho Bab el-Mandeb
Pese a la intensidad de las operaciones, las milicias lideradas por Arabia Saudí no cosecharon avance alguno en sus ataques y sufrieron una gran pérdida humana y daños materiales en sus fallidos intentos por infiltrarse en Dhubab.
Según han alegado activistas locales citados este domingo por la cadena de televisión yemení Al-Masirah, más de 70 milicianos leales a Abdu Rabu Mansur Hadi (expresidente fugitivo yemení) han resultado muertos, incluido el comandante de la tercera brigada de esas fuerzas, Abdul Aziz al-Mayidi.
Tal como se aprecia en un vídeo publicado por el mismo medio, las fuerzas de Ansarolá y del Ejército yemení han asegurado la totalidad de áreas próximas al estrecho al sur del mar Rojo tras expulsar a todos los milicianos enemigos, que antes de huir dejaron atrás grandes cantidades de armas y varios vehículos blindados.
En la misma jornada del domingo, la aviación militar saudí ha continuado con sus incesantes ataques aéreos iniciados en marzo de 2015 contra distintas localidades y objetivos civiles a lo largo de Yemen, según denuncian fuentes locales.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ataques saudíes han dejado más de 7000 civiles muertos en ese país entre marzo de 2015 y noviembre de 2016.
En respuesta, el Ejército y las fuerzas de comités populares yemeníes perpetran con mayor frecuencia ataques de represalia y lanzamiento de misiles contra las posiciones militares en el suelo saudí.
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