Desde el pasado 21 de marzo, el Ejército de Venezuela está ejecutando un operativo contra los grupos armados “irregulares” colombianos que tratan de apoderarse del estado fronterizo de Apure, cerca de Colombia.
Como resultado de estas acciones militares, las fuerzas venezolanas han neutralizado varios asaltos, arrestando y deteniendo a muchas terroristas, además de decomisar varios tipos de armamentos, granadas, municiones, explosivos, prendas militares, vehículos, drogas y equipos tecnológicos.
Caracas ha denunciado que los grupos que pretenden atacar Venezuela están patrocinados por el Gobierno de Colombia y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) para desestabilizar el país suramericano.
Venezuela critica, en duros términos, el apoyo que el Gobierno colombiano da a los grupos irregulares, al no impedir los delitos que cometen en la línea limítrofe común, entre ellos, narcotráfico, extorsión, secuestro, trata de personas, explotación sexual de niñas y adolescentes, y acusa a Bogotá de movilizar tropas en la zona fronteriza entre los dos países para protegerlos.
Compartiendo 2200 kilómetros de frontera, Caracas y Bogotá mantienen una tensa confrontación en los últimos años. Los dos países rompieron todas las relaciones diplomáticas en 2019, después de que Colombia, secundado a EE.UU., reconociera al líder opositor Juan Guaidó como el “presidente interino” de Venezuela.
Las tensiones entre los dos países ha intensificado a principios de mayo de 2020, cuando el Gobierno venezolano denunció haber desarticulado una incursión mercenaria, llamada Operación Gedeón, tramada por Washington y Bogotá, con el objetivo de “asesinar” al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Por su parte, el mandatario venezolano advirtió el domingo que su homólogo colombiano, Iván Duque, busca escalar un conflicto entre los Ejércitos de los dos países.
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