“La intervención extranjera contra la Revolución Bolivariana y chavista debe cesar. La violencia terrorista y golpista debe ser condenada inequívocamente”, enfatizó el sábado el presidente cubano, Raúl Castro, durante la clausura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Conforme a Castro, el país bolivariano sufre “una guerra no convencional” impuesta por el imperialismo y los sectores oligárquicos, algo que ha conducido a la violencia y los “actos fascistas” en Venezuela, añadió.
Al mismo tiempo, enfatizó la necesidad de que la Organización de Estados Americanos (OEA) y su secretario general, Luis Almagro, detengan la campaña de agresión contra Caracas para que la crisis venezolana se solvente de una forma pacífica.
“La agresión y la violencia golpista contra Venezuela dañan a toda ‘Nuestra América’ y solo benefician los intereses de quienes se empeñan en dividirnos para ejercer su dominación sobre nuestros pueblos, sin que les importe generar conflictos de consecuencias incalculables en esta región”, sostuvo Castro.
La intervención extranjera contra la Revolución Bolivariana y chavista debe cesar. La violencia terrorista y golpista debe ser condenada inequívocamente”, enfatizó el presidente cubano, Raúl Castro.
Por otro lado, la Cancillería de Ecuador a través de un comunicado emitido el viernes ratificó su apoyo al diálogo, el respeto al orden democrático de Venezuela y abogó por la solución pacífica de las controversias y los conflictos internacionales.
“El Gobierno Nacional reitera su mensaje de no injerencia, apoyo al diálogo, y rechazo a toda forma de violencia. Acompañamos todo proceso que busque lograr la paz y la reconciliación en este hermano país”, reza la nota.
Desde abril, Venezuela es escenario de protestas violentas de la oposición que han causado decenas de muertos y heridos en su búsqueda para poner fin al mandato del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Mientras la oposición sigue firme en sus medidas antigubernamentales, Maduro convoca a retomar las conversaciones, dejadas por la oposición, y aúpa la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para acabar con la crisis.
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