Los diputados de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) reunidos el domingo para debatir si iniciar un ‘juicio político’ contra el presidente de la nación, Nicolás Maduro, tras la reciente suspensión del proceso de referendo revocatorio, han declarado en su resolución final que existe “una ruptura del orden constitucional” cometida por el Gobierno del país.
En este sentido, han acordado “convocar al pueblo de Venezuela a la defensa activa” de la Carta Magna hasta que se pueda restituir el orden constitucional, además han solicitado a la comunidad internacional que pongan en marcha mecanismos que permitan que la “democracia” retorne al país sudamericano.
Por ello, los opositores presentes en el hemiciclo no han dudado en calificar de golpe de Estado la cancelación del proceso de referendo revocatorio contra el dirigente venezolano, y han exigido a la Fuerza Armada de Venezuela de “no obedecer o ejecutar ningún acto contrario a la Constitución” del país.
La orden del día tenía previsto una posible apertura de un “juicio político” contra Maduro, no obstante, el tema no fue discutido, y a su vez los legisladores han convocado una nueva sesión para el martes a fin de evaluar “la situación constitucional del presidente”, a quien han acusado de tener doble nacionalidad, venezolana y colombiana, lo que lo inhabilitaría para ejercer el cargo.
Así mismo, la AN ha decidido remplazar de manera inmediata a las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por considerarles aliados del Gobierno venezolano.
Por su parte, el jefe de la bancada oficialista, Héctor Rodríguez, ha tachado la resolución aprobada por mayoría opositora como un “intento chimbo [engañoso] de copiar el golpe de estado en Brasil”, y recalcando que cualquier decisión tomada en el Parlamento carece de legalidad, al recordar que hace dos meses el TSJ les declaró en desacato y por consiguiente sin poder alguno.
Desde que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) asumió a finales del año pasado el control del Parlamento venezolano, ha puesto en jaque el futuro del Gobierno chavista e intenta realizar un referendo para acabar este año con el mandato de Maduro, quien ha denunciado que los planes de la coalición opositora constituyen un claro golpe de Estado.
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