"No crean los rumores de que nuestras tropas no devuelven el fuego. Cuando hay una verdadera necesidad, cuando no hay otra vía, se han dado las órdenes y se han ejecutado. Hay evidencias de ello en torno a Avdiyivka", aseguró el viernes el mandatario ucraniano, Petro Poroshenko.
Asimismo, negó que la escalada de la violencia en la región separatista en las últimas semanas se deba a la ofensiva de Kiev. "Es una táctica insidiosa de Moscú, dividir la responsabilidad entre Ucrania y Rusia. No vamos a permitir que lo hagan", subrayó.
No crean los rumores de que nuestras tropas no devuelven el fuego. Cuando hay una verdadera necesidad, cuando no hay otra vía, se han dado las órdenes y se han ejecutado. Hay evidencias de ello en torno a Avdiyivka", aseguró el viernes el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.
"Indudablemente, nuestras acciones tienen una naturaleza de fuerza defensiva, son un medicamento frente a las tácticas agresivas que han lanzado grupos terroristas rusos", adujo.
En otro punto, se refirió a los acuerdos de Minsk y aseguró que Kiev los ha respetado hasta el momento y los seguirá respetando en el futuro.
“Ahora, en el camino a la paz y la restauración de la integración territorial de Ucrania, su postura no tiene alternativa. Es nuestra visión y la de nuestros socios clave, que han ayudando a Ucrania a resistir frente a la agresión rusa", agregó Poroshenko.
Las declaraciones del mandatario ucraniano se producen después de que fuentes diplomático-militares rusas denunciaran esta semana el envío de 28 pontones a la región de Lugansk por parte del Ejército ucraniano.
Esta medida, de acuerdo con las mismas fuentes, supondría un claro indicio de que las fuerzas ucranianas pretenden cruzar el río Seversko Donets para atacar la propia ciudad de Lugansk.
Las autoproclamadas repúblicas del este de Ucrania (Lugansk y Donetsk) son, desde 2014, escenario de enfrentamientos mortales entre las fuerzas independentistas y el Ejército ucraniano, choques que han dejado más de 9000 muertos y forzado a 1,6 millones de personas a abandonar sus hogares huyendo de la violencia.
El 12 de febrero de 2015 en Minsk, capital bielorrusa, se acordó un alto el fuego entre Ucrania y los independentistas de la región oriental de Donbás, que incluye Donetsk y Lugansk. Pese a esta resolución, los independentistas acusan al Ejército ucraniano de violar el acuerdo e intentar provocar combates armados.
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