Ankara ha cancelado 10.856 pasaportes, incluyendo cerca de 10.000 de los llamados pasaportes verdes y grises, un tipo de documentación que reciben los funcionarios de los niveles más altos de la Administración para viajar a muchos países sin visados, anunció el viernes el ministro del Interior, Efkan Ala, al canal de televisión CNN Turk.
Asimismo, añadió que la Gendarmería, una policía militarizada que hasta ahora se mantenía parcialmente bajo las órdenes del Ejército, pasa ahora a ser competencia completa del Ministerio del Interior del país.
En otra medida encaminada a purgar las Fuerzas Armadas de eventuales simpatizantes del fallido golpe militar y en la misma jornada del viernes, fueron arrestados 283 soldados de la Guardia Presidencial.
El ministro turco del Interior indicó que el total de detenidos alcanza las 10.607 personas y el de los acusados que han pasado a prisión preventiva por orden judicial asciende a 4496. Según un recuento realizado por la cadena NTV, 125 generales y almirantes han sido detenidos.
El Gobierno turco acusa al líder opositor Fethulá Gülen de orquestar el fallido alzamiento militar, sin embargo, este rechazó rotundamente cualquier papel en el golpe militar.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que su país posee documentos que demuestran la implicación de Gülen en el golpe, por eso Ankara ha enviado dos cartas a las autoridades estadounidenses, una al Departamento de Justicia solicitando el arresto de Gülen, y otra al Departamento de Estado pidiendo la extradición.
La noche del viernes, 15 de julio, al sábado, un grupo de militares intentó hacerse con el poder en Turquía, cerrando varios puentes y tomando el control de algunos edificios gubernamentales en Estambul y Ankara (la capital). Sin embargo, pocas horas tras el intento, las autoridades turcas anunciaron que habían retomado el control de la situación.
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