• Irán rememora aniversario de la guerra impuesta por Irak
Publicada: martes, 22 de septiembre de 2020 17:32
Actualizada: miércoles, 23 de septiembre de 2020 0:19

La nación iraní conmemora este martes el aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada, que marca el inicio de la guerra que Irak le impuso a Irán en 1980.

La agresión de Irak a Irán, lanzada por el entonces dictador del país árabe, Sadam Husein, se saldó con cientos de miles de muertos en ambos bandos y se prolongó ocho años.

Durante la guerra, el gobernante régimen baasista de Irak recibió apoyo económico, armamentístico, logístico y de inteligencia de parte de los países árabes y algunas potencias occidentales, con EE.UU. a la cabeza.

La recién nacida República Islámica de Irán (1979) confió, sin embargo, en su propia capacidad y recursos para hacer frente a los efectos devastadores de la invasión.

Irak lanzó ataques indiscriminados con misiles balísticos contra ciudades iraníes y zonas residenciales, y utilizó de manera extensiva municiones prohibidas, incluidas las armas químicas que había comprado a varios países occidentales.

 

La contienda terminó oficialmente el 20 de agosto de 1988 después de que Irán aceptara la Resolución 598 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) y sin que Sadam lograra anexarse ni un ápice del territorio iraní.

Las festividades por el aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada se celebran este año mientras EE.UU., uno de los principales proveedores de armas a Sadam durante la guerra con Irán, ha anunciado, de manera unilateral e ilegal, que las sanciones internacionales contra Irán, levantadas en virtud del acuerdo nuclear de 2015, han vuelto a entrar en vigor.

La medida unilateral de Washington atenta contra la voluntad de los miembros del CSNU, ya que esta instancia ha rechazado, en dos ocasiones —el 14 y el 21 de agosto—, la propuesta de Washington para prorrogar el embargo de armas contra Irán y su iniciativa formal para activar las sanciones internacionales contra Teherán, bajo el mecanismo de reactivación inmediata del pacto nuclear, del que se retiró hace dos años.

Al endurecer los embargos unilaterales contra Irán, la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, busca forzar a Irán a negociar un acuerdo nuclear más intrusivo, uno que detenga, entre otros, el programa defensivo iraní de misiles.

Irán considera, no obstante, su poder defensivo una línea roja y dice que nunca negociará sus líneas rojas para evitar que se repita la amarga experiencia de la guerra impuesta, cuando los Estados hegemónicos privaron al país persa de adquirir armas para defenderse.

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