Según ha comunicado el comandante en jefe del Ejército iraní, el general de división Seyed Abdolrahim Musavi, el “ejercicio de defensa biológica” se iniciará desde el domingo con el fin de organizar los servicios necesarios para contener el brote de nuevo coronavirus, conocido como COVID-19.
“Bajo esta maniobra, se establecerán 300 centros médicos en todo el país para identificar a los pacientes infectados con coronavirus y prevenir la propagación de la enfermedad”, ha explicado el general Musavi, durante una reunión extraordinaria celebrada este sábado con los comandantes de varias ramas de las Fuerzas Armadas del país persa.
Además, ha resaltado que el Ejército de Irán está listo para coordinar los esfuerzos en la batalla contra el COVID-19 y apoyar los proyectos para la producción de los equipamientos necesarios para esta enfermedad, como máscaras, desinfectantes y ropas especiales.
Esta maniobra se realizará días después de que el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ordenara a las FF.AA. del país movilizarse para un “ejercicio de defensa biológica” ante la hipótesis de que el brote de coronavirus sea “un ataque biológico”.
El Líder persa mandó, asimismo, formar un “comando de salud y tratamiento”, cuyo trabajo consiste en crear centros médicos, como hospitales de campaña y hospicios para albergar y curar a los afectados por el COVID-19.
Con este mismo objetivo, el Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán ha establecido tres hospitales de campo en las provincias sureñas del país como parte de los esfuerzos para combatir la citada epidemia.
“Dada la necesidad de la gente de tener acceso a centros médicos y de salud, dos hospitales de campo con 30-40 camas han sido abiertos en la ciudad de Borazyan [en la provincia meridional de Bushehr] y otro hospital móvil de 54 camas fue establecido en [la ciudad portuaria de] Bandar Abás”, los dos en el sur del país, ha anunciado este sábado el comandante de la Marina del CGRI, el contralmirante Alireza Tangsiri.
El jefe de la Organización de Defensa Pasiva de Irán, el general de brigada Qolamreza Yalali, hizo notar el pasado martes que existen muchos laboratorios biológicos de EE.UU. cerca de Irán, Rusia y China, por lo que no se puede descartar por completo la hipótesis de “una guerra biológica” en la propagación del COVID-19, que comenzó en la ciudad china de Wuhan.
La idea de una guerra biológica fue planteada también por Philip Giraldi, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., en un artículo publicado el pasado 6 de marzo. Su hipótesis indica que hay muchas evidencias que prueban que el COVID-19 no nació de forma natural, es decir, por medio de mutaciones, sino más bien fue cultivado en un laboratorio, posiblemente para servir como “un agente de guerra biológica”.
El exfuncionario de la CIA dijo que Washington podría haber “creado” al temido virus, en colaboración con Israel, para dañar a China e Irán.
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