“La República Árabe Siria da la bienvenida al acuerdo alcanzado entre el Reino de Arabia Saudí y la República Islámica de Irán para reanudar las relaciones diplomáticas entre los dos países vecinos, y aprecia mucho los sinceros esfuerzos realizados por los líderes chinos en este campo”, señaló el viernes la Cancillería siria por medio de un comunicado.
La nota fue emitida después del anuncio oficial de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad, tras varios días de intensas negociaciones entre el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, y su homólogo saudí, Musaed bin Muhamad al-Aiban, en Pekín, capital china.
Los lazos entre el Reino de Arabia Saudí y la República Islámica de Irán volvieron tensos en los últimos años debido a divergencias sobre algunos temas regionales.
Según resaltó la Cartera siria, ese “paso importante conducirá al fortalecimiento de la seguridad y la estabilidad de la región y a la cooperación que se reflejará positivamente en los intereses comunes de los pueblos de los dos países en particular, y de los pueblos de la región en general”.
Damasco, subraya el texto, espera que los esfuerzos de reconciliación incluyan las relaciones entre “los países árabes y nuestros amigos” como un medio para abordar los principales desafíos que enfrentan colectivamente estas naciones.
Varios países regionales y transregionales han apreciado el acercamiento de Irán y Arabia Saudí, con China como mediador, calificándolo de una “victoria para el diálogo”.
Este logro, no obstante, no ha caído nada bien a Israel; el primer ministro del régimen sionista, Benyamín Netanyahu, culpó al gabinete que lo precedió, encabezado por Yair Lapid y Naftali Bennett, y al presidente estadounidense, Joe Biden, por el reciente acercamiento saudí-iraní.
Por su parte, Lapid afirmó que el paso supone una completa derrota para Tel Aviv, mientras Bennett consideró la medida un fracaso de los esfuerzos israelíes para crear una alianza regional contra Teherán.
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