Conforme reporta la agencia siria oficial de noticias SANA, los hechos han sucedido este lunes, cuando los miembros de la banda extremista, llamada “División Hamzat”, asaltaron el municipio de Bulbul, sito en la zona ocupada de Afrin, en el norte de la provincia de Alepo.
Los terroristas irrumpieron en distintos hogares sirios y se llevaron por la fuerza a al menos cinco residentes, según el medio. Por el momento, se desconoce el paradero de los secuestrados.
SANA, no obstante, ha hecho hincapié en que estas acciones beligerantes se llevan a cabo para amedrentar a los ciudadanos que protestan contra la ilegal presencia del Ejército de Turquía en la región de Afrin, ocupada desde 2018, así como por los crímenes de sus mercenarios en suelo sirio.
Según las fuentes locales, los grupos terroristas se niegan a liberar a los lugareños y amenazan con detener a cualquier grupo o persona que participe en las manifestaciones.
En los últimos meses, las agrupaciones armadas patrocinadas por Ankara han intensificado sus ataques y actos criminales contra las posiciones de civiles y del Ejército sirio tanto en las provincias septentrionales de Alepo e Idlib como en la provincia nororiental de Al-Hasaka.
El Gobierno de Damasco ha denunciado una y otra vez la presencia militar ilegal de Turquía en su país, así como el apoyo financiero, armamentista y logístico que suministra a las agrupaciones terroristas en las zonas septentrionales.
A mediados de mayo, el representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, aseveró que Damasco considera “agresión y ocupación” cualquier presencia militar extranjera en su suelo, ya sea de Turquía o de Estados Unidos.
Sin embargo, Ankara hace caso omiso a las repetidas denuncias de Damasco al respecto. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó a principios del pasado mes de octubre que su país no cesará las operaciones militares que inició en 2016 en el norte del país árabe.
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