Los refuerzos estadounidenses llegaron a la región de Al-Tanf, a 490 km al oeste de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al-Anbar (Irak), e incluyen coches blindados Hummer, equipos de artillería y otras armas pesadas, según informó el sábado la agencia turca de noticias Anadolu que cita a un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
El objetivo de estos refuerzos, conforme a la fuente, es garantizar la seguridad de las fronteras entre Irak y Siria. La llegada del suministro coincide con las operaciones de las Fuerzas Demócratas Sirias (FDS) para liberar el último bastión del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en la provincia de Deir Ezzor (este de Siria).
A su vez, un oficial del Ejército iraquí, que no quiso revelar su identidad, confirmó la autenticidad de la información y agregó que el cargamento estadounidense provino de la base de Ain al-Asad en el oeste de Irak.
Asimismo, señaló que las fuerzas estadounidenses tienen varias bases militares en la provincia iraquí de Al Anbar, entre ellas la de Al-Habbaniyah en el este de Ramadi, la base de Al-Asad en el oeste de Ramadi, dos bases en Al-Qaem, y una en el este de la ciudad de Al-Ratbah.
Estados Unidos anuncio el 19 de diciembre de 2018 el comienzo de la retirada de sus tropas del territorio sirio. El Gobierno de Damasco ha denunciado en un sinfín de veces la presencia militar ilegal de fuerzas norteamericanas en el suelo sirio.
Tras ese anuncio, Washington no ha cesado de enviar armamentos y equipos militares a Siria bajo varios pretextos, en concreto, ha enviado 1130 camiones de armas al país árabe a partir de la citada fecha, según cifras del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH)
La presencia estadounidense en Irak también ha irritado a las autoridades de Bagdad. El Parlamento iraquí ha anunciado que tiene planeado iniciar una nueva operación para acabar con la presencia de las fuerzas de EE.UU. en el territorio iraquí.
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