“La política saudí es la base que ha llevado este asunto a donde está. No quieren que prospere en absoluto la solución política y pacífica”, ha denunciado este viernes en una entrevista con la cadena libanesa Al-Mayadeen Bashar al-Yafari, diplomático que funge también como embajador sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Al-Yafari acusa a Arabia Saudí de “sembrar minas en el camino” de las conversaciones de Ginebra (Suiza) al emitir un comunicado al final de una conferencia celebrada en Riad (la capital saudí) para unificar a la oposición siria antes de las conversaciones de Ginebra.
El comunicado sostiene que la oposición está lista para mantener diálogos con la delegación del Gobierno sirio “sin condiciones previas”, pero añade que el presidente Bashar al-Asad tiene que renunciar a su cargo para cualquier transición política.
La delegación siria ha abandonado este mismo viernes las conversaciones de Ginebra, criticando a la oposición por su lenguaje ‘provocador y irresponsable’ sobre el futuro de Al-Asad.
La política saudí es la base que ha llevado este asunto a donde está. No quieren que prospere en absoluto la solución política y pacífica”, dice el jefe de la delegación del Gobierno sirio, Bashar al-Yafari.
“Nos vamos mañana (…) Staffan de Mistura (mediador de la ONU para Siria) ha transmitido una invitación para participar el martes en la segunda parte de esta ronda en Ginebra, pero corresponde a Damasco decidir”, ha dicho este viernes a la prensa Al-Yafari.
Hablando el miércoles en la primera conferencia de prensa, el representante del Gobierno sirio había descrito el ambiente reinante entre las delegaciones del Gobierno y oposición como “serio y profesional”, si bien había señalado la falta de confianza como “el mayor obstáculo”.
La monarquía saudí ha apoyado firmemente el derrocamiento del Gobierno legitimo de Al-Asad desde 2011, proporcionando armas y financiando a terroristas y a los llamados “rebeldes” en todo el territorio sirio.
Según distintos analistas, los principales patrocinadores de la oposición —EE.UU. y Arabia Saudí— están preocupados por preservar sus propios intereses estratégicos tras los avances del Ejército sirio, apoyado por asesores iraníes, combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y aviación militar rusa.
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