Se trata de integrantes de la llamada Hayat Tahrir al-Sham (Junta de Liberación del Levante), que cedieron ante las autoridades después de firmar un decreto de amnistía que los protege de ser sometidos a juicio, a cambio de que entreguen las armas.
Según ha detallado el corresponsal del portal web Al-Masdar News, todos los milicianos que se han rendido son originarios de los antiguos bastiones de la banda extremista en las localidades de Talbiseh y Al-Rastan, en el norte de la provincia central de Homs.
La fuente ha agregado, además, que el Centro de Reconciliación de Rusia en Siria desempeñó un papel clave en la facilitación del pacto, negociado durante varias semanas.
Las unidades militares sirias se han hecho, asimismo, cargo de un gran lote de armas y municiones que los terroristas trajeron consigo, ha señalado el mismo medio.
En los últimos meses se han rubricado acuerdos similares entre las fuerzas gubernamentales y facciones de los grupos armados, lo que pone de relieve que la moral de los terroristas está decayendo considerablemente.
De igual modo, ha habido reportes que han indicado que varios grupos de rebeldes desertores se han unido al Ejército nacional para luchar contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el centro del país árabe.
Todos estos acontecimientos coinciden con una ofensiva a gran escala que las fuerzas sirias y las milicias aliadas están llevando a cabo en las provincias localizadas en el centro de la nación árabe, zonas donde han logrado apoderarse de importantes bastiones de Daesh, como la ciudad de Al-Sujna.
El presidente sirio, Bashar al-Asad, ha asegurado una y otra vez que indultará a los combatientes que entreguen sus armas y se rindan a las autoridades.
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