• Un cazabombardero estadounidense durante una operación en Siria.
Publicada: jueves, 8 de junio de 2017 21:57
Actualizada: viernes, 9 de junio de 2017 0:58

La aviación de guerra de la llamada ‘coalición contra EIIL’ deja al menos 17 civiles muertos en la ciudad de Al-Raqa, en el norte de Siria.

“Al menos 17 civiles han muerto esta noche en Al-Raqa y sus suburbios a causa de los bombardeos de la coalición liderada por EE.UU.”, ha dicho hoy jueves Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), opuesto al Gobierno de Damasco.

Las agresiones aéreas también han dejado decenas de civiles heridos, mientras que el número de muertos podría ser mucho mayor, ha advertido la organización no gubernamental (ONG), cuya sede está en Londres, la capital británica.

Entre los ataques que alcanzaron Al-Raqa —principal bastión sirio de los terroristas de EIIL (Daesh, en árabe)— y los sufridos por un cibercafé de su suburbio occidental Al-Yazra, el OSDH cuenta un total de al menos 25 incursiones.

Al menos 17 civiles han muerto esta noche en Al-Raqa y sus suburbios a causa de los bombardeos de la coalición liderada por EE.UU.”, dice Rami Abdel Rahman, director del OSDH.

 

Los bombardeos, considerados ilegales por Damasco, se producen en un momento en que las fuerzas respaldados por Washington han entrado en Al-Raqa, la capital de facto de los terroristas.

Las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han penetrado en los límites de la ciudad, recuperando el control del distrito de Al-Yazra, en el oeste de la ciudad, dos días tras anunciar el inicio de la ofensiva.

La misión provoca las protestas de Damasco, que califica de intervención la presencia de militares estadounidenses en el norte de Siria.

“Para ellos (los terroristas de Daesh), Al-Raqa es la capital del ‘califato’ y la han fortificado mucho”, ha dicho Nuri Mohamad, el portavoz de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), al diario británico The Guardian.

La campaña militar para hacerse con Al-Raqa a través de las FDS ha estado en la agenda política de Washington durante mucho tiempo. El Gobierno del expresidente Barack Obama estaba a favor de utilizar a las llamadas “fuerzas democráticas” como punta de lanza de la incursión, una estrategia que provocó la ira de Turquía, que considera a las YPG, vinculadas a las FDS, como un grupo terrorista asociado a los insurgentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo).

A su vez, el actual presidente Donald Trump también apoya a las FDS. Washington ha enviado armas pesadas a las YPG, desplegadas  en el norte de Siria, señalando que el Gobierno estadounidense pide a las FSD que asuman el papel principal en la toma de Al-Raqa.  

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