• Investigación de ONU sobre Idlib revelaría ‘bandera falsa’ de EEUU
Publicada: viernes, 21 de abril de 2017 0:08
Actualizada: viernes, 21 de abril de 2017 17:41

El presidente sirio dice que el supuesto ataque químico de Idlib fue una provocación que sirvió para justificar el ataque de EE.UU. a la base de Al-Shairat.

"Consideramos que es una provocación por una razón muy simple: si hubiera sido una fuga de gas o un ataque, y se afirma que allí fallecieron 60 personas, ¿cómo podría la ciudad vivir como antes?", ha cuestionado Bashar al-Asad en una entrevista reflejada hoy jueves por la agencia rusa de noticias Sputnik.

Damasco, añade Al-Asad, ha enviado una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que pide formalmente el envío de una delegación para investigar lo ocurrido en Jan Sheijun, aunque obviamente hasta el momento la solicitud no ha surtido efecto, ya que el Occidente y EE.UU. han bloqueado la llegada de cualquier delegación.

Consideramos que es una provocación por una razón muy simple: si hubiera sido una fuga de gas o un ataque, y se afirma que allí fallecieron 60 personas, ¿cómo podría la ciudad vivir como antes?", pregunta el presidente de Siria, Bashar al-Asad.

El presidente sirio subraya que si los expertos llegan a la provincia occidental de Idlib, “descubrirán que todos los relatos (de Occidente) sobre lo que sucedió en Jan Sheijun y luego el ataque a la base aérea de Al-Shairat fueron una bandera falsa, una mentira".

 

Al-Asad destaca también que cuando Washington atacó la base aérea no hubo indicios de ningún gas ni resultó intoxicado ningún militar sirio.

El mandatario recuerda que, después del primer ataque químico que los terroristas perpetraron hace varios años en la ciudad norteña de Alepo contra las fuerzas gubernamentales, Damasco solicitó también a Naciones Unidas que enviara expertos para llevar a cabo una investigación.

"Luego ha habido muchos casos similares, pero la ONU nunca ha enviado ninguna delegación a Siria, y lo mismo está pasando ahora", precisa.

Según los analistas, Washington carece de una estrategia integral para Siria. Exactamente una semana antes del ataque con misiles a la base siria, altos funcionarios estadounidenses habían presentado una nueva política para Siria. Tanto Rex Tillerson, el secretario de Estado, como Nikki Haley, embajadora estadounidense ante la ONU, y Sean Spicer, el portavoz de la Casa Blanca, han reconocido que la posición de Al-Asad a largo plazo la decidirá el pueblo sirio.

La agresión estadounidense fue criticada duramente por los aliados de Damasco. Horas después de los bombardeos, Irán y Rusia condenaron tajantemente la agresión estadounidense, calificándola de “inaceptable”.

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