El Gobierno sirio pide la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo. En dos misivas, la Cancillería siria exigió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), que condenen el atentado terrorista del sábado en el distrito de Al-Rashidin, cerca de Alepo. Dijo que los terroristas y sus patrocinadores realizaron el atentado en respuesta a los recientes avances del Ejército sirio en diferentes zonas del país.
Al menos 126 personas, entre ellas 68 menores, fallecieron y decenas resultaron heridas por la explosión de un coche bomba contra un convoy de autobuses que evacuaban a 5 mil civiles de Al-Fua y Kafraya, dos ciudades chiíes en la norteña provincia de Idlib (noroeste), asediadas por los rebeldes.
Las evacuaciones fueron suspendidas tras el ataque, pero se reanudaron horas después. Y los evacuados que sobrevivieron llegaron al campamento de desplazados de Yibrín, cerca de Alepo. Con una vigilia los ciudadanos de Alepo recordaron a las víctimas del atentado terrorista.
Las evacuaciones se realizaban en el marco de un acuerdo de cuatro ciudades entre el Gobierno sirio y los rebeldes, destinado a aliviar el sufrimiento de los pueblos que se encontraban asediados desde 2015. El pacto también contempla la evacuación de las ciudades de en Madaya y Zabadani, en la Campiña de Damasco (sur).
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