En una entrevista concedida al diario croata Vecernij List, cuyo texto ha sido hecho público hoy jueves por la agencia oficial siria de SANA, Al-Asad estima que en Siria y sus países vecinos hay “al menos 100.000 (…) o quizás cientos de miles” de extremistas que podrían dirigirse a Europa.
“Si Europa quiere protegerse del terrorismo, antes que nada tendría que dejar de apoyar a los terroristas en Siria. Deberían dejar de respaldar de inmediato a los terroristas”, considera antes de apostillar que las bandas radicales están vinculadas a los planes de ciertos países occidentales y de la región, sobre todo Arabia Saudí y Turquía.
Si Europa quiere protegerse ante el terrorismo, antes que nada tendría que dejar de apoyar a los terroristas en Siria. Deberían dejar de respaldar de inmediato a los terroristas”, afirma el presidente sirio, Bashar al-Asad.
Sobre los movimientos de entrada o salida de extremistas del territorio sirio no hay datos exactos, dice el mandatario, o al menos no dispone de ellos Damasco, ya que la frontera norte está controlada por Turquía, país que, según el líder sirio, facilita el traslado de los terroristas y les reúne todas las condiciones necesarias.
Al-Asad hace especial hincapié en la entrevista en que en Siria no hay grupos armados de “oposición moderada”, sino terroristas. “Esa oposición moderada no existe”, subraya.
Para el jefe del Ejecutivo sirio, la llamada “oposición” está “adoctrinada en un sentido tergiversado que no acepta el diálogo ni otra solución que no sea el terrorismo”.
“Es por eso que prácticamente no podemos alcanzar ningún resultado real con esta parte de la oposición”, lamenta, al tiempo que recuerda los ataques lanzados por los rebeldes contra las ciudades de Damasco (capital del país) y Hama durante los diálogos de paz de Astaná (capital kazaja).
Al ser preguntado sobre los motivos de Damasco para sentarse a negociar con los opositores, Al-Asad asevera que se trata de demostrar al mundo que esas agrupaciones no son aptas para participar en la política, puesto que son grupos terroristas en el fondo y lo seguirán siendo.
De todos modos, el dignatario señala los importantes avances del Ejército y la liberación de manos de los terroristas de las ciudades de Alepo, en el norte, y Palmira, en el centro del país, para luego expresar que hay luz de esperanza de un fin al conflicto sirio.
Desde el 2011, Siria vive sumida en un conflicto desencadenado por grupos armados y terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) y las bandas afines a Al-Qaeda, que han dejado unos 400.000 muertos, según estimaciones del enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura.
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