La cifra, que abarca los propios cálculos de De Mistura, apoyados en informaciones de distintas fuentes, incluye a las personas que murieron directamente en los conflictos, junto a los que perecieron por las heridas que sufrieron, los que perdieron la vida por falta de atención médica y los desaparecidos en la guerra en Siria.
"No tengo pruebas de ello, creo que nadie las puede tener, pero creo que no se puede seguir hablando de 250.000 muertos", declaró el viernes ante la prensa el funcionario, en alusión a la cifra oficial de muertos anunciada anteriormente por el organismo.
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