“Las sanciones económicas impuestas a Siria han perturbado gravemente la adquisición de algunos medicamentos específicos, incluidos medicamentos contra el cáncer”, denunció el jueves Elizabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.
Según explicó Hoff, las sanciones económicas han impedido a muchas compañías farmacéuticas internacionales tratar con las autoridades sirias, además de crear obstáculos para los pagos de los medicamentos importados a través de los bancos extranjeros.
Las sanciones económicas impuestas a Siria han perturbado gravemente la adquisición de algunos medicamentos específicos, incluidos medicamentos contra el cáncer”, denuncia Elizabeth Hoff, representante de la OMS en Siria.
Seis años de brutal conflicto han llevado a los servicios de salud sirios, que llegaron a estar entre los mejores del Oriente Medio, cerca del colapso. Menos de la mitad de los hospitales del país funcionan a pleno rendimiento y el número de médicos ha caído en picado.
Antes del comienzo de la crisis, Siria producía el 90 por ciento de los medicamentos que necesitaba, pero los fármacos contra el cáncer estaban entre los que tradicionalmente dependían de las importaciones.
Además de esto, los recortes en el gasto en salud por parte del Gobierno, que está librando una guerra enormemente costosa contra los grupos terroristas, y una caída drástica de la moneda siria están agravando el sufrimiento de los pacientes que necesitan medicinas elaboradas en el extranjero, añadió Hoff.
El colapso general de la asistencia médica siria ha contribuido a una disminución de la esperanza de vida a 60 años para los hombres y 70 para las mujeres en 2014, de 72 y 75 respectivamente en 2009. Sólo el 44 por ciento de los hospitales funcionan a pleno rendimiento y más de un cuarto de ellos no funcionan en absoluto, dijo la representante de la OMS.
En medio de este deterioro, el Hospital Pediátrico de Damasco sufre también una presión creciente. Las unidades de cáncer de las capitales provinciales de Alepo y Latakia están fuera de servicio por las mismas causas. Ahora, cerca de 200 niños visitan el hospital de Damasco cada semana, según su jefe, Maher Haddad.
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