El lunes, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, por unanimidad, un proyecto de ley para “mitigar la amenaza ruso-venezolana”, que insta al Departamento norteamericano de Estado a estudiar y presentar al Congreso del país medidas para limitar la influencia militar del Kremlin en Venezuela.
Al respecto, el jefe del Comité de Legislación Constitucional del Senado ruso, Andréi Klishas, consideró el lunes que la aprobación de la mencionada iniciativa constituye un intento de EE.UU. de inventar una justificación para imponer nuevas sanciones contra Rusia.
“Para Estados Unidos, el mundo es su colonia, por ello, la cooperación entre Rusia y las autoridades legítimas de Venezuela, que Washington considera indeseable, fue declarada ilegal”, agregó Klishas.
Por su parte, Serguéi Zhelezniak, miembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara Baja rusa, señaló que el proyecto de ley para mitigar lo que considera EE.UU. la “amenaza ruso-venezolana” es “una confrontación abierta” de Washington con “un Estado soberano”, así como “un nuevo pretexto para aplicar sanciones antirrusas”.
De acuerdo con Zhelezniak, Washington pretende derrocar el Gobierno legítimo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y para conseguir su objetivo recurre a todas las medidas a su alcance, incluida la de contrarrestar los esfuerzos de Moscú para ayudar a Caracas en momento en los que el país caribeño vive una crisis.
Para Estados Unidos, el mundo es su colonia, por ello, la cooperación entre Rusia y las autoridades legítimas de Venezuela, que Washington considera indeseable, fue declarada ilegal”, dice el jefe del Comité de Legislación Constitucional del Senado ruso, Andréi Klishas.
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación Rusa (el Senado), Konstantín Kosachov, aseguró, además, que ningún proyecto de ley estadounidense podrá incidir en el desarrollo de las relaciones entre Rusia y Venezuela.
Igualmente, Oleg Morózov, otro senador ruso, consideró que la aprobación de una ley que apoya esa iniciativa representa “un sinsentido legislativo”.
Para entrar en vigor, el proyecto de ley debe ser aprobado por el Senado y promulgado por el presidente norteamericano, Donald Trump.
Después de que Rusia enviara el sábado dos aviones militares a Venezuela para cumplir contratos técnico-militares entre ambos países, las autoridades estadounidenses han expresado en varias ocasiones su inquietud acerca de la medida rusa.
El lunes, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, advirtió que Washington “no tolerará la injerencia de potencias militares extranjeras en Venezuela”.
Sin embargo, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, consideró “cínicas” las pretensiones de Washington de entrometerse en las cooperaciones militares de su país con Rusia y destacó que Caracas es “irrevocablemente libre e independiente y mantendrá” sus relaciones con sus aliados.
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