“Ustedes pudieron ver en acción diferentes tipos de aviones —tácticos, militares, de largo alcance y de transporte militar— que operan bajo la protección de aviones de combate. Alrededor de 50 aviones y más de 30 helicópteros participaron en el ejercicio”, informó el lunes el comandante de la 6ª Fuerza Aérea y Defensa Aérea del Ejército ruso, el teniente general Aleksandr Duplinsky.
En declaraciones a la prensa, citadas por la agencia local TASS, Duplinsky también señaló que los modernos cazas Sujoi Su-35 se encargaron de proteger la operación, parte de las maniobras Zapad 2017 que tienen lugar en territorio de Bielorrusia y Rusia.
Según TASS, los aviones tácticos bombardearon al enemigo simulado en tiempo nublado y lluvioso. Los helicópteros Mi-8, Mi-28N y Ka-52 transportaron equipos de asalto al lugar de la operación y proporcionaron protección aérea para ayudar el avance de las fuerzas en el terreno.
Ustedes pudieron ver en acción diferentes tipos de aviones —tácticos, militares, de largo alcance y de transporte militar— que operan bajo la protección de aviones de combate. Alrededor de 50 aviones y más de 30 helicópteros participaron en el ejercicio”, informó el comandante de la 6ª Fuerza Aérea y Defensa Aérea del Ejército ruso, el teniente general Aleksandr Duplinsky.
Precisa también que para destruir las instalaciones más sensibles y centros de mando en la simulación, los bombarderos supersónicos Tupolev-22M3 realizaron ataques. Además, sistemas de misiles tácticos Iskander-M y Tockha-U lanzaron misiles, la artillería superpesada y las armas automotrices, golpearon las cruciales instalaciones enemigas con bombas, y los drones y telémetros láser llevaron a cabo las coordinaciones.
Los ejercicios Zapad 2017 se desarrollan del 14 al 20 de septiembre con la participación de unos 12.700 militares —7200 bielorrusos y 5500 rusos—, unos 70 aviones y helicópteros, 250 carros de combate, unos 200 sistemas de artillería, lanzacohetes múltiples y morteros, así como 10 buques.
Varios países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como Ucrania, han expresado su inquietud por los entrenamientos, los cuales, según el diario estadounidense The New York Times, podrían conducir a una eventual confrontación entre Rusia y la Alianza Atlántica, con EE.UU. a la cabeza.
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