“Los disparos (a la embajada) se hicieron desde el barrio de Jobar, que controlan los terroristas; uno de los proyectiles explotó dentro del complejo de la embajada, entre los edificios de oficinas y los residenciales, a 20 metros de la entrada principal”, reza un comunicado emitido este viernes por el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
Tras advertir de que estos ataques “no pueden quedar impunes”, la Cancillería ha expresado su esperanza de que “la comunidad internacional reaccione de manera adecuada a la peligrosa provocación de los terroristas”. Según la nota, los ataques se han registrado entre el 2 y el 3 de febrero, sin que haya víctimas.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría de los disparos. La embajada rusa en Damasco ha sido blanco de ataques con fuego de mortero ya en varias ocasiones.
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