"Si EE.UU. lanza una agresión directa contra Damasco y el Ejército sirio, esto traerá cambios terribles, tectónicos, no solo en el territorio de este país sino también en toda la región", ha declarado este sábado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, a la televisión local TV Tsentr.
La posible agresión y el consecuente "cambio de régimen" provocarían un vacío político que, inmediatamente, llenarían los grupos armados opositores apoyados por Washignton, ha advertido la portavoz, quien, además, ha matizado que estas fuerzas, calificadas por EE.UU. y algunos países como 'moderadas', son, en verdad "terroristas de todo tipo con los que será imposible hacer algo".
Si EE.UU. lanza una agresión directa contra Damasco y el Ejército sirio, esto traerá cambios terribles, tectónicos, no solo en el territorio de este país sino también en toda la región", ha advertido la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Para evitar estos peligrosos cambios —opina la portavoz—, es de la mayor importancia seguir comprometidos con los acuerdos alcanzados entre Rusia y EE.UU. sobre Siria.
Washington y Moscú firmaron el 9 de septiembre un paquete de acuerdos donde se comprometían a hacer esfuerzos conjuntos para estabilizar la situación en Siria, entre ellos, un alto el fuego que tan solo duró una semana.
EE.UU. también aceptó que haría distinción entre los grupos armados de la llamada oposición y los terroristas de Daesh (acrónimo árabe del EIIL) y del Frente Fath al-Sham (anteriormente denominado Frente Al-Nusra), promesa que, según denuncia Moscú, no ha cumplido hasta la fecha.
Tras varios cruces de reproches y acusaciones entre Washington y Moscú sobre las distintas vicisitudes en Siria tras la firma del pacto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha advertido de la alta posibilidad de dar por terminada la cooperación con Rusia sobre Siria.
Algunos informes indican, además, que la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, ha empezado a estudiar nuevas alternativas a la diplomacia para acabar con la crisis siria, entre ellas, el uso de la fuerza militar contra las fuerzas sirias leales al Gobierno del presidente Bashar Al-Asad, a quien Washington quiere fuera del poder.
Analistas políticos y expertos militares advierten de que posibles ataques contra las fuerzas sirias podrían conllevar graves consecuencias a nivel global para Estados Unidos, ya que hay militares rusos desplegados y la posible muerte de uniformados rusos debido a bombardeos estadounidenses aumentaría las tensiones y podría ser el preludio de un conflicto directo entre Moscú y Washington.
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