"(Kerry) ha informado al ministro de Exteriores (ruso) de que EE.UU. se está preparando para suspender la cooperación entre EE.UU. y Rusia sobre Siria (…) hasta que Rusia tome medidas inmediatas para detener la ofensiva en Alepo y restablezca el régimen de tregua", ha dicho este miércoles el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Pese a suspender la cooperación, ha añadido Kirby, Kerry ha expresado “profunda preocupación” por lo que ve como un empeoramiento de la situación en el país árabe, sobre todo a causa de los ataques llevados a cabo por fuerzas rusas y sirias contra infraestructuras de Alepo, en el noroeste de Siria.
(Kerry) ha informado al ministro de Exteriores (ruso) de que EE.UU. se está preparando para suspender la cooperación entre EE.UU. y Rusia sobre Siria (…) hasta que Rusia tome medidas inmediatas para detener la ofensiva en Alepo y restablezca el régimen de tregua", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Tanto Rusia como Siria han afirmado que los ataques de sus unidades militares se centran en las posiciones de los terroristas que operan activamente en distintas localidades de Alepo, en particular en la parte oriental.
Sin embargo, el portavoz estadounidense ha atribuido a Moscú el uso de bombas incendiarias y antibúnker en Alepo, lo que a su juicio representa un gran riesgo para los civiles.
Por su parte, las Fuerzas Armadas rusas han anunciado en reiteradas ocasiones que sus aviones utilizan en Siria potentes bombas antibúnker contra los objetivos de los grupos terroristas.
De acuerdo con los expertos, el inicio de la campaña militar rusa en Siria marcó un punto de inflexión en la lucha contra la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y ha impedido que el país árabe se convierta en una plataforma terrorista.
“La campaña militar de Rusia ha sido fundamental. Antes de que Rusia entrase en el conflicto, el Ejército sirio había estado luchando heroicamente durante cuatro años contra los terroristas del Estado Islámico (EIIL, Daesh en árabe), compuestos de al menos 80 nacionalidades de todo el mundo”, ha dicho el politólogo británico Marcus Papadopoulos.
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