Entre el 7 y el 9 de enero de 2015 París vivió el terror en sus calles. Los terroristas asesinaron a 10 periodistas de la revista Charlie Hebdo, a 3 policías y a 4 ciudadanos en un supermercado. El país quedó traumatizado y se movilizó para intentar salir de la pesadilla. Un país que vio cómo franceses mataban a otros franceses.
Un año después, los homenajes a las víctimas recuerdan aquellos trágicos sucesos. Las autoridades descubren placas conmemorativas, mientras que el pueblo improvisa lugares de memoria, a los que se acercan tanto franceses como extranjeros.
Michel fue uno de los rehenes de los terroristas que fueron abatidos por la policía en enero. Un superviviente que intenta recobrar una vida normal.
Pero los atentados han dejado algo más que solidaridad; han dejado también el endurecimiento de la represión, el estado de emergencia y el recorte de libertades individuales y colectivas, algo que denuncian numerosos colectivos ciudadanos.
Francia no se ha recuperado de los atentados del año 2015. El trauma es patente, el miedo está presente en una población que sabe que puede volver a ser, en cualquier momento, objetivo de los terroristas.
Juan José Dorado, París.
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