“La peregrinación y caminata de Arbaín es un movimiento civilizatorio, que se ha convertido en un símbolo de transformación y un indicador de resistencia debido a la unidad de las naciones contra el sistema imperialista”, expresó el jueves Seyed Ebrahim Raisi durante un encuentro con los activistas populares de la sede de Arbaín.
La peregrinación, a la que se refiere el mandatario iraní, es la congregación de millones de personas que se dirigen a la ciudad iraquí de Karbala para rememorar Arbaín que marca el final de los 40 días de luto por el martirio del tercer Imam de los musulmanes chiíes, el Imam Husein (la paz sea con él).
Raisi destacó que la función principal de la peregrinación y caminata de Arbaín es la socialización y la construcción de una civilización coránica y urgió la necesidad del apoyo necesario, la cooperación y la empatía del Gobierno y el pueblo de Irán e Irak para ayudar a facilitar la peregrinación de los fieles.
El mandatario iraní resaltó el papel del pueblo en las ceremonias de Arbaín, porque, con esto, se neutralizan los esfuerzos de los enemigos para eclipsar la gloria y la eficacia de tan trascendental fecha.
También llamó a las autoridades a utilizar todas las capacidades para hacer más magnífica e influyente esta peregrinación.
Pese a que Arbaín se ha convertido en la congregación religiosa más grande del mundo, al reunir a más de 20 millones de peregrinos de muchos países en los últimos años, los medios de comunicación occidentales no cubren este evento glorioso.
Los peregrinos vestidos de negro, provenientes de diferentes países, se reúnen en el santuario del Imam Husein (P) en Karbala para culminar una caminata que inicia en la santa ciudad de Nayaf, donde se ubica el mausoleo del Imam Ali (P) —padre del Imam Husein y el primer Imam de los musulmanes chiíes—, traspasando una ruta de casi 80 kilómetros a pie.
En su andadura hacia Karbala, los files recuerdan el sufrimiento que padeció el Imam Husein (P), que fue martirizado, junto a sus 72 compañeros, hace más de 14 siglos.
Hombres, mujeres, niños y ancianos, hasta gente con sillas de ruedas, acuden a la cita para rendir homenaje y renovar su lealtad al Imam Husein (P) y sus sacrificios en la lucha contra la injusticia, quien es el ícono de todos los tiempos en la lucha contra la tiranía, la opresión y el despotismo.
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