Tras una pausa de cinco meses por las elecciones presidenciales en Irán y el consecuente proceso de transición, la República Islámica y el G4+1 —Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania— iniciaron el lunes en Viena su séptima ronda de conversaciones, con el objetivo de eliminar las sanciones antiraníes y revitalizar el acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y levantar sanciones contra la nación iraní.
En un artículo publicado el domingo en el diario británico Financial Times, el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Baqeri Kani, consideró lograr la eliminación total, garantizada y verificable de los embargos que se han impuesto al pueblo iraní como la primera meta de la delegación persa en Viena.
No obstante, el también jefe negociador iraní en tales diálogos criticó a los países occidentales, especialmente a EE.UU., por usar las conversaciones como una herramienta para restringir el programa nuclear de Irán.
En este sentido, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, recalcó el viernes que “debe haber una garantía seria y suficiente de que Estados Unidos, que no es digno de confianza, no volverá a abandonar el PIAC”.
En una conversación telefónica con el jefe de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, el ministro enfatizó que se puede llegar a un acuerdo bueno e inmediato, si las contrapartes vuelven a cumplir plenamente con sus obligaciones y se levantan las sanciones impuestas contra el país persa.
Washington volvió a imponer sanciones a Irán después de abandonar el referido convenio en 2018, bajo la Administración del expresidente norteamericano Donald Trump, mientras la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) había emitido 15 informes consecutivos que certifican el pleno cumplimiento de Irán con sus obligaciones nucleares en virtud del pacto.
A pesar de que el actual mandatario de EE.UU., Joe Biden, alegó su voluntad de volver al acuerdo y levantar las medidas coercitivas, esto no solo no sucedió, sino que incluso su Gobierno impuso nuevas sanciones a Irán.
A su vez, Teherán ya ha dejado claro una y otra vez que lo que les importa es el levantamiento efectivo de los embargos y la normalización de las relaciones comerciales y económicas con Irán, y que cualquier acuerdo debe cubrir sus demandas en este sentido.
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