El comandante de las Fuerzas Terrestres del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (CGRI), el general de brigada Mohamad Pakpur, ha destacado este sábado que, gracias a las fuerzas de seguridad iraníes, los salteadores ya no podrán realizar emboscadas —como en el pasado— en las montañas de la provincia suroriental de Sistán y Baluchistán.
“Actualmente los salteadores se esconden en sus guaridas en nuestro vecino Paquistán y desde allí atacan a nuestros soldados, como ocurrió con nuestros guardias fronterizos”, ha indicado el general de brigada Pakpur.
Actualmente los salteadores se esconden en sus guaridas en nuestro vecino Paquistán y desde allí atacan a nuestros soldados, como ocurrió con nuestros guardias fronterizos”, indica el comandante de las Fuerzas Terrestres del CGRI, el general de brigada Mohamad Pakpur.
Con estas palabras el comandante iraní se refería al atentado perpetrado el miércoles pasado por el grupúsculo Yeish al-Adl en la región de Miryave en Sistán y Baluchistán y que acabó con la vida de diez guardias fronterizos de Irán.
En una ceremonia para conmemorar a los mártires de la Brigada de Fuerzas Especiales Saberin, que dieron su vida en pro de la seguridad del país, Pakpur ha destacado que los delincuentes ya no podrán adentrarse “tan profundamente en nuestro territorio”.
Aludiendo a la inseguridad existente en la región del Oriente Medio, el alto mando del CGRI adujo que la República Islámica de Irán “es una gran isla segura en este mar” de inestabilidad y que el país acabará con dichos salteadores.
De igual modo, denunció que Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Estados Unidos, “el padrino de todos ellos”, ofrecen ayudas a los grupos antiraníes para crear inestabilidad en el país persa.
Tras el ataque del miércoles, el presidente de Irán, Hasan Rohani, instó al primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, a devolver la paz a las fronteras comunes y a ayudar a poner fin a los ataques terroristas.
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