Rohani explicó que, cuando en septiembre asistió a la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York (noreste de EE.UU.), le preguntaron a quién prefería: a la demócrata Hillary Clinton o al republicano Donald Trump.
“En la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un jefe de Estado me preguntó a quién prefería, y yo le respondí si se debía elegir lo malo antes que lo peor o lo peor antes que lo malo”, explicó el jefe del Gobierno persa.
En la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un jefe de Estado me preguntó a quién prefería, y yo le respondí si se debía elegir lo malo antes que lo peor o lo peor antes que lo malo”, subrayó el presidente de la República Islámica de Irán, Hasan Rohani.
El presidente Rohani —que hablaba ante una gran multitud de personas en la ciudad iraní de Arak, capital de la provincia central de Markazi— criticó duramente el tono que emplean los dos principales candidatos a la Casa Blanca durante los debates presidenciales y aseguró que todo el mundo se había dado cuenta de “cómo hablan, cómo se acusan, y se ríen”.
En su opinión, Estados Unidos, que presume de tener en su haber más de 200 años de democracia y 50 comicios presidenciales durante ese periodo de tiempo, es actualmente un país “grande e industrial” en el que “no hay moralidad”, lo que, según el presidente iraní, es evidente en los debates entre los dos aspirantes a la Presidencia.
El pasado 20 de octubre se realizó el tercer y último debate Clinton-Trump, en el que, como los dos anteriores, ambos candidatos se atacaron mutuamente con los escándalos que rodean tanto a Clinton como a Trump.
La portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajarova, calificó el pasado 19 de octubre la campaña electoral para la Presidencia de EE.UU. de “vergüenza mundial” y de “catástrofe”, y de no ser digna de los ciudadanos estadounidenses.
Los estadounidenses deberán elegir el próximo 8 de noviembre al remplazo del actual presidente Barack Obama en el Despacho Oval de la Casa Blanca. No obstante, las encuestas muestran el profundo descontento de la población con ambos aspirantes: los jóvenes norteamericanos prefieren la destrucción del mundo a Trump y Clinton.
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