En declaraciones ofrecidas el miércoles a la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, Mohamad Yavad Zarif subrayó que la postura de Irán respecto al conflicto se limita en lanzar una lucha multilateral con el terrorismo.
De igual manera, el ministro de Exteriores persa destacó la necesidad de la implementación inmediata de una tregua humana y sostenible y encontrar una solución política e integral para esta crisis, que ha azotado el país desde 2011.
Durante esta llamada telefónica, Mogherini por su parte, subrayó la necesidad de reavivar un proceso político en Siria con la cooperación de todos los protagonistas clave a nivel nacional e internacional.
En alusión a la situación precaria que atraviesan las localidades sirias, escenarios de conflicto, la política italiana observó que Naciones Unidas debe enviar ayuda humanitaria a estas zonas en concreto a Alepo (norte).
La prolongada crisis en Siria obligó a Estados Unidos, Rusia y los actores clave que fijen el 15 de octubre en Lausana (Suiza) para abordar nuevamente, esta situación complicada.
No obstante, pese a los informes en torno a la participación de Zarif en la cita, los analistas y expertos lo ponen en dudas, debido a claras posturas de Teherán ante el conflicto, que consisten en rechazar la intervención extranjera en el país árabe e insistir en que los sirios deben determinar el futuro de su propio país.
Los analistas también ven poco probable la participación rusa en el encuentro del próximo sábado, pues, explican Moscú siempre ha compartido semejante postura con Teherán sobre el tema y ha intentado mantener su posición en la región como un luchador antiterrorista.
Moscú y Teherán creen en la legitimidad del Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, y consideran entre sus derechos, defenderse a sí mismo frente a los grupos armados y terroristas, e incluso lo apoyan de diferentes formas, mientras que otros participantes en la reunión de Lausana insisten en respaldar a la llamada ‘oposición moderada’.
Damasco acusa a países influyentes como Turquía, Arabia Saudí y Catar de ser "patio trasero" del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
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