El anuncio del régimen de Tel Aviv sobre la construcción futura de 1285 nuevas unidades en asentamientos en Cisjordania fue “resultado del reconocimiento del presidente estadounidense, Donald Trump, de Al-Quds como la capital de Israel”, enfatizó el miércoles el ministro de Asuntos Exteriores de Palestina.
En declaraciones a la emisora Voice of Palestine, Al-Maliki indicó que este tipo de iniciativas demuestran que el régimen israelí tiene la “luz verde” de Washington para seguir haciendo lo que quiere en los territorios ocupados palestinos.
Conforme al jefe de la Diplomacia palestina, ese plan israelí también es consecuencias del silencio de la comunidad internacional ante las medidas del régimen, en particular, sobre la construcción de asentamientos ilegales, agregó.
El anuncio del régimen de Tel Aviv sobre la construcción futura de 1285 nuevas unidades en asentamientos en Cisjordania fue “resultado del reconocimiento del presidente estadounidense, Donald Trump, de Al-Quds como la capital de Israel”, denuncia el canciller palestino, Riad al-Maliki.
De acuerdo con el ministro palestino, los Estados tienen miedo de tomar una postura efectiva contra la expansión de las construcciones israelíes debido a las amenazas de Estados Unidos de cortar la ayuda a los que se expresen en contra de las políticas israelíes.
Tras expresar su preocupación al respecto, dijo que los líderes palestinos ya no pueden confiar en nadie debido a las amenazas de Washington, sin embargo, subrayó, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) seguirá firme en su lucha contra el régimen israelí en todos los frentes.
Israel anunció sus planes para construir más viviendas, pese a que esta medida contraviene la resolución 2334, aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que insta a Israel a “poner fin de inmediato todas las actividades de construcción de asentamientos en los territorios ocupados palestinos”.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) reveló el pasado diciembre datos confidenciales sobre planes de la Administración estadounidense para “reconocer a Israel como un estado judío, legitimar los asentamientos (israelíes) y abolir el derecho de regreso de los palestinos”.
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