El vicepresidente del Movimiento Islámico en los territorios ocupados de Palestina en 1948, Kamal al-Jatib, ha explicado este sábado al diario catarí Al-Sharq que compañías e individuos emiratíes tratan de comprar las tierras y propiedades de los palestinos, incluidas las que están cerca de la Mezquita de Al-Aqsa.
Señalando que se desconoce el “verdadero papel” de los Emiratos Árabes Unidos respecto a la cuestión palestina, el número dos de este movimiento palestino dice que “lo que hemos averiguado hasta el momento es que representantes judíos-estadounidenses que tienen empresas en EAU compran viviendas palestinas de residentes en Al-Quds ocupado” a través de intermediarios palestinos a favor del régimen de Tel Aviv.
Esta medida, ha añadido el alto cargo palestino, ha coadyuvado en el fortalecimiento de la presencia israelí en Al-Quds ocupado, para según sospecha Al-Jatib, judaizar Al-Quds.
Al-Jatib ha enfatizado que los palestinos prefieren morir de hambre que comer del dinero que proviene de la venta de sus casas a las empresas emiratíes.
Lo que hemos averiguado hasta el momento es que representantes judíos-estadounidenses que tienen empresas en los Emiratos Árabes Unidos compran viviendas palestinas de residentes en Al-Quds ocupado”, indica el vicepresidente del Movimiento Islámico en los territorios ocupados de Palestina en 1948, Kamal al-Jatib.
Al destacar que los palestinos conocen bien el papel de EAU en los actos desestabilizadores en Egipto, Turquía, Libia, Yemen y el bloqueo impuesto contra la Franja de Gaza, Al-Jatib ha subrayado que, para los palestinos, EAU es "fuente de conspiración y complots en el mundo musulmán y árabe".
La Mezquita Al-Aqsa representa el tercer lugar más sagrado del Islam, tras la Mezquita Al-Haram en La Meca y la Mezquita Al-Nabawi en Medina (ambas en Arabia Saudí), si bien los israelíes pretenden judaizar el recinto y eliminar su identidad islámica a fin de transformarlo en un templo judío.
Conforme al tratado de paz de Wadi Araba (1994) entre Jordania y el régimen de Tel Aviv, Amán tiene la responsabilidad de proteger los lugares santos islámicos y cristianos en Al-Quds, y los judíos pueden entrar, pero no realizar rituales. No obstante, los colonos y militares israelíes irrumpen con gran frecuencia en la Mezquita y sus explanadas y, según las Naciones Unidas cometen “provocaciones religiosas”.
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