El Comité Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Investigar las Prácticas Israelíes que afectan los derechos humanos del pueblo palestino y a otros árabes de los territorios ocupados informó el lunes en su evaluación anual una serie de violaciones contra los palestinos durante el último año, Incluida la detención de menores por parte de las fuerzas de guerra de Israel (FDI).
“El Comité escuchó testimonios preocupantes (de organizaciones de la sociedad civil, representantes de la ONU y funcionarios palestinos) sobre el arresto y la detención de niños, incluyendo casos de maltratos reportados y falta de protección adecuada”, dijo el Comité después de su visita de investigación a Amán, la capital de Jordania.
De igual manera, confirmó el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes y la “falta de rendición de cuentas” por parte del régimen sionista mientras anunció también las “condiciones difíciles” de los palestinos en las cárceles israelíes.
El Comité escuchó testimonios preocupantes sobre el arresto y la detención de niños, incluyendo casos de mal tratos reportados y falta de protección adecuada”, dijo el Comité Especial de la ONU para Investigar las Prácticas Israelíes.
Si bien el informe completo se publicará en noviembre, los expertos destacaron que la continuada expansión de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, es un hecho ilegal en virtud de las leyes del derecho internacional.
“Las organizaciones dijeron al Comité que la expansión de los asentamientos israelíes continúa en Cisjordania y Jerusalén Este, así como en los altos de Golán en Siria, con un nivel notablemente elevado de las construcciones anunciadas este año, en violación del derecho internacional humanitario”, apostilló el equipo.
El grupo de la ONU reconoció que tanto la expansión de los asentamientos como el muro de separación, llamado ‘el muro del apartheid’, tienen un “impacto negativo” en los derechos humanos de los palestinos dado que restringe su libertad de movimiento.
Los expertos expresaron también su preocupación por la demolición de viviendas en los territorios ocupados, especialmente las de las comunidades beduinas, y calificaron esta estrategia de “una forma de castigo colectivo”.
Actualmente, más de 570.000 colonos israelíes viven en unos 120 asentamientos construidos ilegalmente en Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén).
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