La máxima autoridad religiosa en Irak, el ayatolá Seyed Ali Sistani, en una carta enviada el 29 de julio al titular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, hizo un llamado a las Naciones Unidas para que tome medidas efectivas para evitar que se repita la quema del Corán, subrayando que el respeto a la libertad de expresión no justifica la concesión de licencias de tal “comportamiento vergonzoso”.
Además, urgió a la ONU a incitar a los países a reconsiderar la legislación que permite la ocurrencia de tales insultos, y llamó a la consolidación de los valores de convivencia pacífica entre seguidores de diferentes religiones y enfoques intelectuales basados en el respeto mutuo entre todos.
En respuesta al mensaje, Guterres afirmó el jueves que está profundamente perturbado por el reciente incidente de la quema del Corán en Estocolmo, Suecia, que provocó protestas en Irak, y además de expresar su solidaridad con la comunidad musulmana, condenó “los actos de intolerancia, violencia e islamofobia que exacerban las tensiones y contribuyen a la discriminación y el extremismo”.
Asimismo, aseveró que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) reflejó el 11 de julio de 2023 esta posición en el debate urgente sobre el “aumento alarmante de actos deliberados y abiertos de odio religioso, como se manifiesta en la repetida profanación del Sagrado Corán en algunos países europeos y otros”.
“El sistema de las Naciones Unidas está decidido a implementar plenamente la resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre combatir el odio religioso que constituye incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia”, indicó.
Además, Guterres reiteró que la ONU, a través de sus órganos, “seguirán exhortando a los Estados miembros a estudiar sus políticas y marcos nacionales para identificar lagunas que puedan dificultar la prevención de actos y la apología del odio nacional, racial o religioso”, y “enjuiciar a los perpetradores”.
“Apoyo plenamente su llamado a promover la convivencia pacífica y consolidar los valores de la compasión. Me gustaría expresar mi sincero respeto y admiración por su sabiduría, su enfoque moderado y su constante petición de respeto mutuo y unidad”, concluyó.
En las últimas semanas, el libro sagrado de los musulmanes ha sido objeto de actos de profanación por parte de elementos extremistas en incidentes separados en Suecia y Dinamarca con la autorización de las autoridades de estos países europeos, lo que ha provocado condenas generalizadas de los países y las organizaciones islámicos.
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