Según la agencia de noticias rusa TASS, el diputado iraquí Mohamad Reza al-Haider ha informado este martes que un grupo de funcionarios iraquíes viajó a Moscú con el objetivo de firmar un contrato para la compra de sistemas antiaéreos S-300 de fabricación rusa.
“La delegación iraquí, encabezada por el comandante de defensa aérea, visitó Rusia y mantuvo conversaciones para comprar sistemas S-300”, ha señalado Al-Haider, aclarando que el acuerdo todavía está “en espera”.
Al desarrollar su postura, el funcionario iraquí ha puesto de relieve que Bagdad ya tiene contratos con Moscú para equipar una brigada blindada para luego indicar que los militares iraquíes tienen una amplia experiencia en el uso de armas rusas, especialmente tanques y vehículos blindados.
El espacio aéreo iraquí es vulnerable a la invasión de aeronaves, especialmente de Turquía, debido a la falta de radares militares y sistemas de defensa aérea adecuados.
Irak, al igual que Turquía, ha sido atraído al mercado ruso para comprar escudos de defensa aérea que podría usar efectivamente ante ataques eventuales. Ankara, un aliado de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha sido objeto de sanciones estadounidenses por la compra del sistema ruso S-400.
En este sentido, EE.UU. amenaza a Bagdad con sanciones, pero las autoridades iraquíes argumentan que tienen derecho legítimo a importar cualquier arma de cualquier país.
Irak cuenta con varios helicópteros rusos de los modelos Mi-35M y Mi-28N, aviones de asalto Sujoi tipo Su-25 y otros equipos militares rusos, como tanques de la clase T-90S, que utiliza en su lucha contra el grupo terrorista Daesh, cuyos remanentes siguen activos en algunas zonas del país mesopotámico.
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