Esta nueva ofensiva tiene como objetivo tomar el control del distrito Rawa, en la provincia occidental de Al-Anbar, zona que está ocupada por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y es una de las últimas zonas que controla esta banda extremista en el territorio iraquí.
Rawa se considera el último núcleo urbano iraquí en manos de Daesh que, en los últimos meses, ha perdido los territorios que ocupaba en Al-Qaim, Mosul, Tal Afar y Hawija. La banda sigue controlando pequeñas localidades a orillas del Éufrates y mantiene su presencia en la zona desértica fronteriza con Siria.
Según informa la cadena iraquí Akhbar Alan, tanto el Ejército como las fuerzas populares iraquíes (también conocidas como las Al-Hashad Al-Shabi) participan en esta ofensiva que busca limitar aún más la presencia de Daesh en el territorio iraquí.
Las Al-Hashad Al-Shabi ya habían comenzado a bombardear con fuego de artillería las posiciones de Daesh en Rawa para facilitar la ofensiva que han comenzado este sábado las fuerzas iraquíes.
Fuentes citadas por dicho medio aseguran que muy probablemente las fuerzas iraquíes, tras tomar el control de Rawa, se dirigirán hacia la frontera compartida con Siria y tratarán de rodear a los terroristas en las zonas desérticas de Al-Anbar.
Los combates en las zonas urbanas de Rawa podrían resultar ser difíciles debido a la alta presencia de civiles en la zona y el hecho de que unos 10.000 civiles, según informa el Alto Comisionado Iraquí para los Derechos Humanos (un ente iraquí), están siendo retenidos como escudos humanos en dicha zona.
El Ejército de Bagdad comenzó en 2015 una campaña militar y recuperó la mayoría del terreno perdido. De acuerdo con distintos informes, los terroristas de Daesh huyen a suelo sirio tras las derrotas sufridas a manos de las tropas gubernamentales en la provincia de Al-Anbar.
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