“Pedimos al Gobierno iraquí que corresponda a la decisión tomada por la Administración estadounidense”, ha dicho este domingo el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento iraquí en un comunicado leído por uno de sus miembros, Hasan Shwerid, a la agencia británica de noticias Reuters.
La petición de los diputados iraquíes surge después de la reunión que estos mantuvieron esta misma jornada para argumentar las restricciones de viaje impuestas al pueblo de Irak —entre otros siete países— por el decreto del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, que a su criterio podrían afectar la cooperación que mantienen ambos países en la guerra contra la agrupación terrorista EIIL (Daesh en árabe).
Sería arrogante por vuestra parte entrar libremente en Irak y en otros países mientras les prohíbes la entrada en tu país (…). Por consiguiente, deberíais sacar a vuestros ciudadanos”, afirma el líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr.
Por lo tanto, los parlamentarios iraquíes han tachado de “injusto que los iraquíes sean tratados de esta manera”, ya que “Irak está en la primera línea de la guerra contra el terrorismo”.
En respuesta a la orden ejecutiva del presidente estadounidense, el líder del Movimiento Sadr de Irak, Muqtada al-Sadr, ha exigido este mismo domingo la salida de los ciudadanos estadounidenses del país.
“Sería arrogante por vuestra parte entrar libremente en Irak y en otros países mientras les prohíbes la entrada en tu país (…). Por consiguiente, deberíais sacar a vuestros ciudadanos”, ha afirmado Al-Sadr, según recoge la web del Movimiento Al-Sadr.
Las medidas antimigratorias y antimusulmanas de Trump —tomadas nada más asumir el cargo— han provocado la indignación de los países afectados así como de los propios estadounidenses que se manifestaron contra la medida de su nuevo presidente en los aeropuertos a lo largo de Estados Unidos.
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