La información se ha revelado este jueves después de que la agencia rusa de noticias Sputnik publicara un vídeo exclusivo de estos almacenes, descubiertos por las fuerzas populares en la provincia occidental Al-Anbar.
Exclusivo: #Daesh carga misiles con una sustancia que corroe el cuerpo humano.https://t.co/bC5skHqVhG pic.twitter.com/TqufKSVXBM
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) February 25, 2016
La grabación muestra dos almacenes confiscados por los combatientes populares de Irak, en los que existen varias garrafas llenas de una sustancia peligrosa que al parecer corroe el cuerpo humano y el metal.
Este producto químico es utilizado por Daesh. Cargan sus minas y misiles con esta sustancia para dispararla a los civiles y a las fuerzas de seguridad. Incluso si no se produce contacto, al pulverizarlo, causa asfixia”, afirma un oficial de las fuerzas populares iraquíes en el vídeo de Sputnik.
Esta sustancia, que aparentemente utilizan los integrantes del EIIL en sus ataques terroristas, se trata de viniltriclorosilano, la cual en el contacto con la piel causa quemaduras corporales graves, y al pulverizarla, afecta el sistema respiratorio y el digestivo.
“Este producto químico es utilizado por Daesh. Cargan sus minas y misiles con esta sustancia para dispararla a los civiles y a las fuerzas de seguridad. Incluso si no se produce contacto, al pulverizarlo, causa asfixia”, explica en el vídeo un oficial de las fuerzas populares, conocidas como Al-Hashad Al-Shabi.
El oficial que aparece en la grabación detalla que dichos almacenes se encuentran en una zona industrial al oeste de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia Al-Anbar, la cual estaba anteriormente bajo el control los extremistas takfiríes del EIIL.
De acuerdo con una fuente de seguridad iraquí, consultada por Sputnik, quien pidió permanecer en el anonimato, la División №16 de las Fuerzas Armadas del país mesopotámico ya ha trasladado esta materia peligrosa a un sitio seguro.
Unos 30 combatientes kurdos fueron ingresados el pasado 12 de febrero en el hospital de Dohuk, en la ciudad norteña iraquí de Sinyar, con síntomas que incluían vómitos, náuseas, dificultad para respirar y picores tras un ataque de Daesh. Se cree que la sustancia recientemente confiscada es la misma arma química usada en el recién mencionado atentado.
La preocupación por el uso de armas químicas por elementos de la banda terrorista takfirí Daesh en la región ha sido expresada por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en el tribunal de La Haya, pero este dice que debe de hacerse una solicitud por parte del Gobierno iraquí o el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) antes de poder proceder con cualquier investigación.
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