“He oído algunas posiciones muy duras” manifestadas por Arabia Saudí contra Irán, dijo ayer jueves el mandatario en una conferencia de prensa en Dubái, Emiratos Árabes Unidos (EAU), antes de un viaje sorpresa a Arabia Saudí.
París, subrayó Macron, no está de acuerdo con tal enfoque, sino que considera imprescindible “hablar con todos” para resolver las crisis y se da por objetivo mantener la paz en la región.
Por otro lado, el presidente galo volvió a expresar su apoyo al acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) —conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)— diciendo que París quiere mantener el histórico pacto, puesto en entredicho por Estados Unidos.
Macron llegó el jueves por la noche a Riad (capital saudí), donde mantuvo una reunión con el príncipe heredero Mohamad bin Salman, con quien abordó varios temas regionales, incluida la renuncia del primer ministro libanés, Saad Hariri, anunciada el pasado sábado en el reino árabe.
El jefe del Estado francés defendió la “importancia de la estabilidad e integridad libanesas” y admitió haber mantenido contactos informales con Hariri, pero negó las especulaciones de que con su visita a Riad busca negociar el traslado del dimitido premier libanés a Francia.
Algunos altos funcionarios libaneses citados el jueves por la agencia británica Reuters confirman que Arabia Saudí mantiene a Hariri secuestrado y que lo obligaron a renunciar para satisfacer sus propios intereses.
Según fuentes libanesas, los saudíes estaban presionando al premier desde hacía semanas o meses para que adoptase una postura más hostil respecto a Irán y el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá). Tras ver que no lo hacía, “aceleraron el proceso” y lo forzaron a renunciar.
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